domingo, 21 de junio de 2020

La chica infernal y la justicia como venganza



Jigoku Shoujo fue uno de los animes en emisión del verano 2017 y, sin dudas, es poco convencional. En resumidas cuentas, muestra historias sobre venganzas consumadas o inconclusas. Muestra el odio de una persona hacia otra porque asesinaron a su hijo, porque es víctima de matoneo, porque la justica falla a favor de un delincuente que se sabe que es culpable (por la historia), etc. Son historias bastante cortas que, en medio de todo, una página de internet se muestra como la salvación y la solución de todo odio y rencor. Sin embargo, maldecir a una persona es un arma de doble filo. Enma Ai (la chica infernal) concede el deseo de la venganza mandando a la persona que uno desee al infierno; no sin antes decir que después, cuando mueras, va a llevarte también al infierno. La decisión es tuya. 
Fuente: Animexis.com.br; Aniplex; Sentai Filmworks

La venganza apunta principalmente a “darle lo que se merece” al otro por afectar nuestras vidas, nuestros intereses y gustos. Es un tipo de catarsis y de solución al dolor y sufrimiento que se siente. Algo parecido a la Ley del Talión expuesta en el Éxodo de la Biblia cristiana y su expresión “ojo por ojo, diente por diente”. Aunque la chica infernal muestra solo una sola salida: mandar a una persona al infierno sin importar qué tipo de odio sea. Si quieres vengarte con la chica infernal, ese es el resultado. Esto nos arroja el primer problema del anime, el valor del odio.
Para abordar este valor, vamos a tomar 2 conceptos: la justicia y el amor. El primero busca, como ideal político y social, el beneficio común, la forma en que las personas son tratadas entre sí y la solución de conflictos (o rencores) entre dos partes. Para el caso de la venganza, nos resulta útil pensar en ella como un tipo de justicia última, donde falla el ideal de justicia y no resuelve el conflicto o los intereses de las personas. Lo más parecido a ello es una sociedad sin Dios ni Ley en el que todos van contra todos, o como mejor lo describe Thomas Hobbes como “el hombre es lobo para el hombre”. Aquí, la única retribución o resarcimiento “justo” es el herir o dañar al otro. Su valor depende únicamente de la víctima o el afectado.
Para el amor, tomamos una definición lo más cercana al valor cristiano de unión o hermandad, donde la empatía juega un papel importante: Entender al otro y comprender su situación. Ése es valor que buscamos para compararlo con el odio. La venganza y el rencor son casi una inversión del amor, donde lo que se busca es que el otro, esa otra persona que nos hizo daño, sienta de alguna forma ese dolor que tuvimos que soportar. Nuestros rencores se convierten en ese punto en común entre los 2 seres. En ambos casos, se quiere demostrar a la otra persona lo que sientes, solo que la venganza no busca siempre generar una unión en el otro. Lo quiere es demostrar y aplicar ese dolor y sufrimiento en la otra persona.
Para terminar, no queda más que, quienes estén leyendo esto, se sientan atraídos o curiosos por este anime que despierta esa venita de duda y asombro sobre el comportamiento humano, la moral y su ética. Esto es un pequeño abrebocas de una discusión amplia sobre la justicia, el rencor, la venganza y el amor.
Éste anime tiene sus inconvenientes para atraer a mucho público, no tiene fanservice, no muestra una historia profunda de heroísmo o batallas tipo shounen, ni mucho menos muestra una historia amorosa (o harem) que se desenvuelve conforme avanzan los capítulos. Es entendible hasta cierto punto que parezca aburrida por la misma tendencia de los capítulos; es decir, nos narra una serie de odios entre personajes por alguna razón, la chica infernal aparece y le dá la opción de vengarse a uno de ellos, la persona obtiene lo que pidió y alguien es mandado al infierno. Pero lo más interesante del anime es que deja todo eso a un segundo plano y expone el gran dilema humano del odio y rencor hacia una persona. Ese es el fuerte del anime. Algo similar a animes como Death Note, donde la decisión de matar a una persona (o enviar a alguien al infierno) despierta un interés profundo sobre la ética y moral del ser humano.
Marco Antonio Salas Tovar

domingo, 10 de mayo de 2020

The midnight Gospel - Una nueva experiencia animada

Luego de ver 2 espisodios de esta serie animada, propiedad de Netflix, es muy temprano el dar un veredicto final sobre la apreciación de la serie y el gusto por el público en general. Claro que, en esta ocasión, he decidido aventurarme en este breve análisis de lo visto hasta ahora.

1-      Lo amas o lo odias

El audio es disonante, quiere decir que lo que tú vez en la animación no siempre está relacionado o vinculado al audio (realmente, pocas veces el audio se relaciona con el video). Esto puede disgustar a la gente que consume esporádicamente animación, sea la occidental o su variante oriental (el anime). Sin embargo, para un público que consume muchas series de animación, esta serie es un proyecto muy interesante. Cuesta acostumbrarse a imaginar ambas cosas separadas cuando en la cotidianidad están unidas, pero ¡hey! Así se veía antes, en los años 20 del siglo pasado, el cine y la animación: solo el video.

Por otro lado, puede parecerse a un vídeo musical contemporáneo, dónde no mucho de la letra de la canción encaja con el vídeo. Este nuevo tipo de entretenimiento que deja 2 historias explicarse en el mismo momento puede ser algo atractivo en el futuro para la industria; pero depende de la aceptación del publico general.



Créditos de la imagen: Netflix, Inc.; Netflix Animation y Wikimedia Foundation Inc.

2-      Está hecho para que lo veas (y escuches) varias veces.

Pocas veces hemos visto series que sean memorables para que te animes a verlas o reproducirlas de nuevo. Generalmente lo haces por nostalgia. Este escenario es diferente, se puede solo escuchar el audio de la serie y es un universo propio, muy al estilo podcast que está en auge en estos momentos. Añade ver la animación en silencio y logras ver una narrativa rara, sacada de las distopías más absurdas que te puedas imaginar y tendrás un coctel listo para que puedas repetirlo, ya no por añorarlo, sino para entender ambas historias que te ofrecen en el paquete.

3-      Otro logro más de la gran N

Netflix se arriesgó mucho al dejar cobrar vida a ese Frankenstein/Quimera. Y sigue siendo una compañía que toma un mayor riesgo que las distribuidoras tradicionales (como TimeWarner–Cartoon Network, Buenavista–Disney o Viacom–Nickelodeon) y logra tener buenos éxitos con relativa rentabilidad. El más claro éxito animado ha sido, sin duda, Bojack Horseman, que ofrece un sitcom con el picante de la frustración eterna de Bojack en la burbuja de Hollywood. The Midnight Gospel nos ofrece una nueva experiencia a tono con la compañía, que sigue creciendo gracias a la posibilidad de ver el contenido por demanda y que vá más allá de la decadencia del formato tradicional (por cable), con anuncios y emisión fija.

4-      ¿Segunda temporada?

Puede que esa esperanza llegue, dependiendo de las reproducciones que logre tener en la plataforma. Aunque el formato, de por sí, te obliga a verlo más de una vez, supongo que si tendrá esa oportunidad dentro de la compañía.

Por último, más allá de el ofrecimiento, un poco absurdo por Netflix, de decirte que los creadores de esta serie son los mismos de Hora de aventura (Adventure time); si es muy bueno que salgan series animadas nuevas, que puedan darnos una nueva experiencia de ver las series. Resulta curioso que la asociación del audio con el video se nos ha hecho tan natural que olvidemos la banda sonora de las películas, que el mundo no tiene efectos sonoros que te digan el peligro delante de nosotros; que, incluso, nos hayamos olvidado de apreciar la animación con los detalles que ponen los creadores para darle misterio, emoción y nostalgia. Este nuevo proyecto te da esta oportunidad clara de apreciar esas dos partes de la experiencia animada.

 

La chica infernal y la justicia como venganza

Jigoku Shoujo fue uno de los animes en emisión del verano 2017 y, sin dudas, es poco convencional. En resumidas cuentas, muestra histor...